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Por Hélène Bouillon, conservadora en el Louvre-Lens y doctora en egiptología. Especialista en las relaciones entre Egipto y el Oriente Próximo antiguos y actualmente co-comisaria de la exposición Las tablas de poder, prepara un proyecto sobre animales fantásticos.

¿Cuál sería el aspecto de un grifo? ¿Dónde se encuentran sus primeros vestigios?

El grifo es una criatura mitológica rodeada de misterio. ¡Y de esto hace ya cinco mil años! Tiene cuerpo de león y posee garras, alas y pico de ave rapaz. Sus primeros vestigios se descubrieron en Irán, impresos en arcilla: impresiones de sellos datadas en torno al 3.500 a. C. Debido a la ausencia de textos mitológicos, nadie conoce el significado exacto de esas imágenes, pero se sabe que circularon, ya que, más o menos en la misma época, también se representan en Egipto leones alados con cabeza de águila sobre paletas esculpidas. Los especialistas creen –sin certeza alguna– que en esta época el grifo representa las brutales fuerzas de la naturaleza, pues aparece con otros animales, bien salvajes (leones, toros), bien fantásticos (criaturas mitad serpiente y mitad pantera).

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En el II milenio a. C., las imágenes del grifo se observan en el Levante, en Anatolia y Chipre, en particular en tablillas de marfil esculpidas que decoran los tronos y los lechos reales, donde aparece en posición sedente, con las alas ya desplegadas y con un copete. En el mismo periodo, viaja en función de los intercambios comerciales en los barcos cananeos (costas palestinas, sirias y libanesas), y, posteriormente, en el I milenio a. C. con los fenicios y los griegos por las proximidades del Mar Negro, donde decora las armas y el mobiliario de pueblos nómadas como los escitas. Para los griegos, los Grifos son los guardianes de los tesoros de Apolo y de Dioniso. En la misma época se utiliza como decoración palaciega entre los persas aqueménidas. También se encuentra sobre los tronos y la vajilla de lujo de los frigios y los lidios en Anatolia.

¿Cuál es su papel en la mitología, su simbolismo?

El simbolismo del grifo ha evolucionado a merced de sus viajes y su adopción por pueblos de civilizaciones muy diferentes. Simboliza al mismo tiempo la fuerza (su cuerpo de león), la vigilancia (los ojos penetrantes del águila) y la ferocidad (las garras y el pico puntiagudo de las rapaces). Entre los egipcios simboliza el rey victorioso. Los arqueólogos lo han encontrado principalmente en lugares vinculados a la esfera real, en concreto, en templos cercanos a las pirámides del III milenio a. C. Los pectorales (joyas de oro) del comienzo del II milenio a. C. representan asimismo al rey bajo la forma de un grifo masacrando a los extranjeros. Finalmente, del griego procede nuestra palabra «grifo» (siglo V a. C.), que significa «con garras / el ganchudo».

¿Bajo qué forma se puede encontrar tras la Antigüedad? ¿Cuál es su herencia en el arte y la historia moderna?

Lo interesante es que desde los primeros vestigios localizados en Irán, el Grifo siempre presenta la misma cabeza, pero a medida que se producen sus peregrinaciones, tiende a cambiar de peinado. Así, en el I milenio a. C., el grifo se engalana con orejas puntiagudas, de forma similar a los demonios mesopotámicos. Es con esta apariencia como aparece siempre representado en los bestiarios de la Edad Media. En esta época y en el Renacimiento, está presente en algunos blasones. En relatos de viajes como los de Marco Polo consta que se han localizado enormes grifos en la India y en Etiopía, y que podrían levantar elefantes con sus garras para luego arrojarlos al suelo antes de devorarlos.

El punto en común entre todas estas leyendas es pues que el grifo es un animal mitológico fuerte y peligroso, temido y respetado.

En cuanto a la estatua del grifo que aparece en el álbum número 39, encaja perfectamente con su representación en el primer milenio, adoptada por los griegos y todos los pueblos a largo del Mediterráneo hasta nuestros días, dado que ha heredado unas orejitas puntiagudas. Y, ¡sorpresa!: ¡al parecer, estamos ante la mayor representación esculpida conocida de esta criatura!

Astérix y los animales mitológicos

Aunque no como elementos centrales, otras criaturas fantásticas han aparecido en las viñetas de los álbumes de Astérix propiciando encuentros hilarantes. He aquí una selección que os dará ganas de leer otros álbumes mientras llega el día de la publicación de Astérix tras las huellas del grifo.

-Un Marsupilami de feria en El combate de los jefes (1964)
-Terroríficas criaturas entre pájaros y murciélagos en la película de animación Las 12 pruebas de Astérix (1976)
-Un dragón poco mélomano en Astérix, la rosa y la espada (1991)
-Toros alados de la Atlántida y centauros en El mal trago de Obélix (1996)
-Un elfo gruñón en el álbum ilustrado Astérix y lo nunca visto (2003)
-El ancestro del monstruo del lago Ness en Astérix y los pictos (2013)
-Un unicornio poco simpático en El papiro del César (2015)